En resumidas cuentas: cada vez que alguien compra una camiseta, al fabricante le quedan 17 euros, al vendedor en torno a 30 y al club en torno a cinco, con la salvedad de que los equipos, además, firman contratos millonarios con los fabricantes por vestirles. Todos los clubes valencianos que han jugado en Primera División desde el año 2000 (Valencia, Villarreal, Levante, Elche y Hércules) han lucido en algún momento publicidad institucional en la parte frontal de sus equipajes.